Se que pareceré unas líneas mas abajo una verdadera disco rayado, pero ayer por la noche salí a trotar, el sedentarismo en mi casa me estaba pasando la cuenta y yo la verdad no me quiero convertir en una flaca con panza de oso, asi que me puse las zapatillas y bajé una vez más corriendo a la playa. Cuando llegué a la avenida me encontré con la soledad y me senté fente a la playa a hacer flexiones y con la musica de Radiohead de fondo y de pronto, como real aparición, vi una sombra que se iba acercando a mi: mi primera reacción miedo, después me dije a mi misma: ¡cálmate, actua con naturalidad, que no perciban tu miedo!, esa persona se sentó frente a mi, por su aspecto me di cuenta que era una persona especial, delgadísimo al extremo, pero delgado con tono muscular, alto, con mayas rosadas y unos shorts pequeñísimos como los que yo siempre he querido usar, pero por complejo no me atrevo.
Bueno comenzó a hablarme amenamente y yo desconfiada como siempre le escuchaba con atención, con el paso del tiempo él me generó confianza y comenzé de a poco a despojarme de mi miedo y de los típicos tapujos, entoces le conté toda mi historia, la verdad sin miedo, pues y ya no tenía nada que perder, al contrario, ganar, porque él me podía dar su punto de vista desde lo ajeno que estaba a todo lo que acontecía en mi vida. Generamos una relación muy rica en experiencias y de pronto hacíamos ejercicios en la playa solitaria sin luces y yo ya sin miedo. Cuando terminamos de ejercitar, me sentí realmente bien, pues hace semanas atrás tenía el deseo de conocer a alguien y compartir experiencias y que esa "supuesta" persona desconocida me diera una luz de lo que yo no podía ver y justamente no había conocido a nadie, saliendo a tomar mis interminables cafés sola en la mañana, sentándome en la plaza en las tardes y como predisponiéndome a conocer a alguien, fuese hombre o mujer, pero esta persona "Rafa" llegó inesperadamente y logró algo que no había logrado nadie de mi círculo más cercano, decirme la cruel verdad a través de suposiciones, de lo que realmente a Gabo le generó mi visita y el hecho de no hablarnos actualmente, la verdad, fue doloroso en ese instante, pero a veces prefiero sentir un dolor fuerte y de golpe, que uno agudo y prolongado.
Desde ayer cambié el chip, "Rafa" tiene razón, a lo pasado pasado muerto y enterrado, no puedo ni debo estar eternamente pensando en alguien que no fue sincero conmigo, una persona superficial y de vida fácil.
Y en eso recordé a Coelho en sus conversaciones con el mendigo, no quiero comparar a "Rafa" con el mendigo, pero si en un contexto más abstracto, pues él es sabio como el mendigo, sabio para decir las palabras justas en el momento indicado y aparecerse como sombra que iluminó mi pensamiento y sanó en gran medida al corazón
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