jueves, septiembre 20, 2018

34 vueltas al sol

   Estoy a horas de cumplir mis 34 años de vida y en esta ocasión puedo decir que ha sido excepcionalmente diferente, estoy viviendo en Paris hace ya casi cinco meses, cumpliendo un sueño, sellando una herida de desamor, de quien pensé amé hasta con mi alma, hoy me conozco más, mis virtudes y defectos con más claridad. Entre las virtudes que tengo, hay una que considero defecto y esa es mi sensibilidad... Sí, mi sensibilidad que me eriza la piel a ratos, que me ahoga en llantos descomunales, que me agota y luego revive. Hoy en este cumpleaños estoy más nostálgica que nunca, porque estoy alejada de mi familia, de mis amigos de todo lo que he amado durante toda vida, hoy no está el abrazo de papá, ese cálido abrazo que me hace sentir mejor cuando las penas me apuñalan y destrozan el corazón... Tampoco está el quequito hecho con tanto cariño de mi mamá, sus regaños, su amor (que tan singular es, que adoro y añoro tanto), mi hermano, que aunque ya acostumbré a su ausencia física, de vez en cuando me regala un "feliz cumpleaños pilars", mi gatita bella, que extraño con el alma y mis ojos se llenan de lagrimas al no poder acariciarle, sentir sus maullidos o cuando se acuesta en mi pecho a ronronear cuando sabe que tengo penas y me calma. Mi tía que con tanto cariño me llama por teléfono a la hora precisa de mi nacimiento, me visita y llena de tanto cariño, mi prima y en fin, mi familia, mis amigas, el mundo que antes conocía...
   Hoy no tengo la brisa del mar, tampoco estoy en ese frío invierno del desierto, hoy estoy lejos de todos, pero lo que aleja la distancia el corazón lo acerca y a cada uno lo llevo tatuado en mi corazón.
Estos cinco meses han sido de tanto aprendizaje para mi, que aun me maravillo de mi misma, de la capacidad de adaptación que tuve a esta nueva vida, al idioma que creo comprender en un 80%, de mimetizarme entre la gente, de agradecer cada día y comenzar a no pedir nada al universo, de solo sonreír por cada nuevo día.
   Me siento tan afortunada por encontrar a gente tan especial en esta parte del mundo, personas que han llenado mi corazón de una forma tan especial. Valoro profundamente a todas las personas que han pasado por mi vida durante este tiempo y las que se quedaron a ser parte de ella.
Todo ha sido tan mágico, a pesar que este sueño comenzó el 2010, cuando salí de mi hogar para visitar a quien para ese entonces fue un rayo en mi vida (porque a penas me tocó no volví a ser la misma), gracias a él  me atreví a cruzar el charco y abrir mis ojos al mundo... Por primera vez visitaba Londres, parte de Wales y Paris.
   Paris me pareció en esa ocasión particularmente frío y feo, y es que ahora comprendo que estaba atravesando una desilusión amorosa, todo me parecía sombrío y triste. La segunda vez fue el 2015, cuando viajé a visitar a quien en ese entonces era mi novio a Francia (para variar), pero en esa ocasión Paris me enamoró y bueno, para qué decir todo lo que viví en esos días.
   Esta es mi tercera vez en Paris, pero por primera vez sola y viviendo (no como turista), el desamor está de nuevo, pero eso no ha impedido que la vea maravillosa, porque realmente lo es, ahora puedo decir realmente que Francia enamora, porque sí, estoy ahora enamorada de tanta historia, de la gastronomía, de lo cosmopolita que es y por sobre todo, enamorada de la vida. Sí, de la vida, de esta vida que llevo aquí, de todo lo que he experimentado, de lo bueno y lo no tan bueno que he visto aquí. Me ha enseñado a valorarme (entre tanto superficialismo), a aceptarme así, de sensible, llorona y delgada jajaja (para los que me conocen, saben que hasta  cierto punto de mi vida mi delgadez era un tema, hoy ciertamente ya no lo es).
   Estoy tan agradecida de todo, que hasta la nostalgia de no tener a mi familia cerca es más llevadera.
Sin embargo tengo que asumir que estoy un poco asustada, porque a ratos siento que no seré capaz de amar nuevamente, se que está todo en mi y que normalmente soy una persona que entrega todo cuando ama, pero el recuerdo de este desamor tan profundo me ha marcado como nunca, y se que escribo mucho sobre eso cuando experimento esa sensación, y se torna un poco repetitivo decir :"cuando ya siento que me he liberado, su recuerdo viene con más fuerza aun" y siento que me remata en el suelo. A ratos miro la luna y termino llorando como esa niña que solo quiere que su papá la salve, pero ahora mi héroe está lejos de mi y lo único que quisiera es el abrazo infinito de los dos, que me calman, que me hacen sacar fuerzas de donde no la tengo... a ustedes padres míos los adoro con todo el corazón roto que tengo y les prometo que muy pronto sonreiré y esta pena se irá, porque tengo la voluntad de superar, como siempre, tengo la voluntad de que todo es un proceso y que volveré a salir airosa de este mal momento. Solo recordar su cariño me hace sentir mejor y esperanzada en que encontraré otro amor, pero esta vez mejor al anterior, porque cada separación fue terrible, pero creo que a medida que pasa el tiempo los motivos son más llevaderos. Entonces siento que estoy creciendo, soltando, dejándome de aferrar a lo que no es para mi, estoy por primera vez tomando otros rumbos.
   Entre tanta cosa, se me olvidó mencionar que ahora trabajo en algo muy diferente, que estoy hablando cada vez más el francés, estoy asistiendo a la escuela de idiomas de nuevo y estoy más motivada que nunca, porque tengo nuevos compañeros, un profesor maravilloso con un ángel especial, tengo una rutina de trabajo después de los estudios y estoy creando de nuevo. Tengo amigas maravillosas y estoy soltera y feliz, porque no tengo problemas en la cabeza, no tengo miedos, estoy tranquila como nunca. 
Solo puedo decir y repetir cada día GRACIAS, LOS SUEÑOS SI SE CUMPLEN, LÀCHER PRISE, MERCI POUR TOUT, C'EST LA VIE, COURAGE!