lunes, abril 04, 2011

Michael Bublé - Home (Video)



Another summer day
has come and gone away
In Paris or Rome...
but I wanna go home
...uhm Home
may be surrounded by
a million people I
still feel all alone
just wanna go home
I miss you, you know

And I've been keeping all the letters
that I wrote to you,
Each one a line or two
I'm fine baby, how are you?
I would send them but I know that it's just not enough
My words were cold and flat
And you deserve more than that

Another aeroplane, another sunny place,
I'm lucky I know
but I wanna go home
I got to go home

Let me go home

I'm just too far from where you are
I wanna come home


And I feel just like I'm living
someone else's life
It's like I just stepped outside
when everything was going right
And I know just why you could not come along with me
This was not your dream
but you always believed in me...

Another winter day
Has come and gone away
in either Paris or Rome
and I wanna go home
Let me go home

And I'm surrounded by
A million people I
still feel alone
Let me go home
I miss you , you know

Let me go home
I've had my run
baby I'm done
I gotta go home

Let me go home
it'll all be alright
I'll be home tonight
I'm coming back home"

Con esta música digo buenas noches...

viernes, abril 01, 2011

Joan Manuel Serrat - Esos locos bajitos




Después de pensar que ya se había perdido el "don" de ver donde nadie lo hace, hoy nuevamente me sorprendí a mi misma y esta vez fueron mis alumnos los que lo lograron...
Trabajo con 15 niños de entre 4 a 5 años de edad; La gran mayoría de ellos son alumnos nuevos que no tienen escolaridad previa, lo que es un gran desafío, porque hay una mezcla entre alumnos nuevos que ya adquirieron modales, normas y hábitos versus los nuevos que con suerte balbucean frases con poco sentido a ratos.
Entonces en un instante casi mágico me vi observando a una de mis alumnas, que hasta el año pasado era "problema", ya que hacía cosas que nunca había visto,desde tener una nula tolerancia a la frustración que la hacía ingerir grandes proporciones de tierra del patio de la escuela, hasta gritar por 1 hora en sala y sin que le produjera nada... Allí estaba ella comiendo correctamente sentada en su silla de color rojo, con ambas manos sobre la mesa y sujetando con una la servilleta para limpiarse la boca, creo que el tiempo se detuvo durante dos minutos casi eternos donde observaba que todos disfrutaban de su comida, con la boca cerrada y hablando solo con la mirada y la inocencia de sus sonrisas. En ese momento le digo a Sophia, My child problem, "te quiero" y ella me contesta con su hilo de voz: "yo también tía Pilar", y fue en ese preciso instante que mi corazón se volvió a sumergir en la ternura y opresión, me contuve el llanto porque de seguro los niños no entenderían y la verdad que mi corazón se sintió tan enormemente agradecido una vez más de Dios, por proveerme de tamaña vocación, por darme la fuerza de luchar contra la adversidad y sacar adelante a estos niños que tanto necesitan de un apoyo tanto social, intelectual y por qué no decirlo, también emocional, porque no solo puedo educarlos e irme a casa tranquila cuando a pasado algo o veo alguna conducta extraña en ellos...
¡Estos niños son mi vida!
 Me siento tan realizada, pues me doy cuenta que pueden superarse a sí mismos, que lograrán ser personas de bien y eso hace que todo cobre sentido, pues queda en segundo plano mis casi 12 horas ininterrumpidas de trabajo, los despertares en la penumbra desde mi casa al trabajo para salir de el en la misma oscuridad de la noche de regreso a la cama, mi trayecto de casi 45 minutos diarios a Alto Hospicio y todo todo todo... Por ellos TODO, porque a veces tengo tanta rabia por las injusticias que tienen que atravesar desde tan pequeñitos, pasando desde padres sin recursos económicos, hasta padres que no deberían llamarse así, que los dejan en completo abandono.
Me seguí conteniendo las lágrimas y no pude dejar de mirar a Diego, un niño que sufrió cuando bebé de labio leporino, el cual le dejó una cicatriz sobre sus labios y además tiene problemas de autoestima. En ese momento me pareció que nada más le importaba a él, sino que se veía con una sonrisa eterna en su rostro, fue allí cuando le dije con un suspiro en la boca que también lo quería y que quería lo mejor para él, que se portara bien y me dijo con su escaso vocabulario, pero con una mirada sincera: sí tía; eso terminó por llenarme el corazón y pensar que si algo me pasaba ahora, me iría feliz al otro mundo, porque había hecho algo bueno en la vida, porque estos niños quizás llegarían más lejos quizás que yo misma, que dejé una marca en ellos y que algún día los podría ver a ellos cuando fueran adultos de bien. Solo eso pasaba por mi cabeza cuando se activó el interruptor del ruido... Nunca me había sentido tan feliz de escuchar tanto desorden de voces en la sala.

Los adoro mis niñitos y niñitas :)