domingo, junio 12, 2011

desesperanza

Hoy en un taxi cerré los ojos y me sentí en un metro de alguna ciudad lejana, cuando los abrí solo sentia en el corazón que hay existen capítulos de mi vida que solo quiero borrar, pues de pronto mi vida se ha simplificado enormemente a mi trabajo, por consecuencia no se qué significa "vida personal", hasta los días domingos trabajo y en sueños ni hablar, no tengo tiempo de calidad con mi pareja y a veces siento que todo se volverá a repetir en algún momento, ya no creo en el amor verdadero, no creo que alguien pueda quererme tanto y solo pienso a ratos en ser otra persona, cambiar mi identidad y estar en un lugar donde no sea nadie para ninguna persona, tengo fantasías recurrentes, pienso mucho en gente que ya no está físicamente conmigo, extraño en demasía a mi abuelo, tengo nostalgia por perderme en su abrazo y sentir que no me falta nada en la vida, extraño la cara y sonrisa de mi tío que partió el año pasado cuando fui en busca de un amor que ya no era mío (y que probablemente nunca fue) y  haber llegado con el corazón doblemente destrozado porque no me pude despedir de él y tampoco verlo ni si quiera en su nicho mortorio, anhelo también el sonido silencioso del campo y la sensación de humedad y el fresco aroma de la hierba cuando está mojada, tengo ganas de regresar a mi niñez cuando no tenía idea de lo doloroso que es el amor, en ese momento prefería vivir el desamor que sentía por parte de mi madre...   Me cansé de amar, dar todo lo que tengo y hasta lo que no y a cambio recibir bofetadas de las crueldades que siempre temí, estoy harta de mi negativismo que no me lleva a nada, estoy harta de no sentirme bonita, de sentir que no poseo ningún canon de belleza que tanto publicitan las revistas y es inevitable recordar que cuando era niña me sentía la patito feo y aunque pasó el tiempo y logré las cosas que perseguía sigo sintiendo que lo soy, porque me veo al espejo y no me encuentro  ...sin embargo se que soy una mala agradecida, porque gozo de todas mis extremidades pero una persona con discapacidad me marcó de forma permanente e irreparable la vida, me arrebató lo que más quería en ese entonces y desde ahí quedé cojeando, mi vida se transformó y evolucioné en una mujer diferente, quizás aparentemente más segura, pero la vida me quitó la capacidad de confiar y en desconfiar, en creer y esforzarme, porque cada vez que me propongo algo siento la inseguridad de estar cometiendo un error en mi vida, no me permito vivir cosas nuevas teniendo en cuenta que lo único que quiero es vivir otra vida.
Tengo un sueño grande pero cada vez siento como la inseguridad se apodera de mis actos y no me deja concretar nada por lo que hoy estoy luchando... Camino constantemente entonces en el camino del miedo y la inseguridad de no lograr nada y verme a los 40 años sentada aquí en el mismo banco, recalentando mi comida para seguir escribiendo algo que no me llevará a nada.