lunes, mayo 03, 2010

Ya no tengo miedo... y comienzo a coser

Es increíble como Coelho entra en mi vida, de formas insospechadas, hace un par de días estaba como un ser humano sin vida, como agonizante de los dolores intensos del corazón, mente y espíritu, ahora me encuentro aquí, frente al ordenador, carcajeándome a ratos, he terminado de leer el Zahir y me queda algo más dando vueltas en la cabeza, me siento súper especial, escucho a Alexander Acha "Te amo" y he hecho algunas fotos durante unos minutos de mi gata dormida a mi lado mientras yo leo y todo me hace tanto sentido. Me siento un poco niña, por haber estado llorando como si hubiese perdido mi juguete o muñeca favorita y es porque no miraba el trasfondo de todo, pues cuando pierdes algo, ganas otras cosas, conoces nuevos juguetes y en realidad es feo denominar "juguetes" a personas, pero es solo un comparación con mi estado de ayer. No me había percatado de que hay un mundo gigante fuera de mi casa, hay millones de personas que quisieran por lo menos mantener una conversación conmigo, pero yo por estar "cegada" a la idea que perdí lo mejor del mundo, no me permito "descubrir" cosas nuevas.

Una y mil veces he concluido en esto, pero ese día que escribí alt+ctrl+supr, había tocado fondo, había hecho una especie de país en mi propia habitación en donde los únicos habitantes en ella eran yo, mi perro Copito, mi perra Lulú, sus cachorros aun en el vientre, mi gata Carlotta y el micro sistema bacterial y de partículas de ácaros que deben vivir aquí (entre una sonrisa linda en mi cara).

Ya no tengo miedo, todo me ha hecho sentido por estos días... Comienzo a sanar y a no tener ya miedo de los recuerdos, porque éstos los transformaré en emociones, ya no me cuestionaré todo lo que me faltó por hacer, lo que quisiese haber hecho, lo que hice y cuanta otra cosa entraba a ratos en mi mente, tengo a fuera un mundo que descubrir, amigos que me aman mucho, entre esos uno que siempre está pendiente de todo lo que hago a nivel interplanetario, porque estamos físicamente lejos, pero interiormente conectados, es una sensación rica pensar que alguien me quiere tanto y solo nos hemos visto una sola vez en la vida, estuvimos en el aeropuerto juntos, compartimos unas cervezas (ahora sabes que eres tú), nos reímos, dormimos en una banca, comiste como loco y yo nerviosa por emprender el viaje, TE QUIERO COMO NUNCA! te has hecho simplemente una persona importantísima en este proceso de sanación, me has devuelto la mano como alguna vez yo te la brindé sin pensar que un día estarías tú haciendo algo por mi, es una cadena interminable de favores que nunca podré terminar de agradecerte, gracias por ser duro y hablarme o más bien escribirme GOLPEADO, porque solo así me dí cuenta en el estado que había caído, por un hombre que ni si quiera se lo merece, o a lo mejor sí, pero no quiero discutir ni pensar en eso ahora, GRACIAS ALEXANDRE ALLENET, por ser mi amigo cósmico y darme tu fuerza entre mi flaqueza, por ayudarme a levantarme de esa caída y a mirar con la cabeza en alto hacia el futuro como siempre me lo dices, eres definitivamente un amigo para mi...

Siguiendo con mis conclusiones el Zahir es a ratos un libro auto biográfico, pero al serlo me acerca mucho al autor y a las historias y siento que en algún espacio de la vida singular de cada persona, nos vemos envueltos en situaciones parecidas, en términos de amor, des-amor, experiencias límites, miedos, fracasos y victorias entre otras. Entonces, cada persona tiene su propia forma de dar curso a su vida y superar ciertas etapas que se presentan, todas válidas por lo demás, pero al darlas a conocer, esto crea en otras personas (en este caso yo) una motivación, pues saber que otro pasó por algo parecido nos hace sentir comprendidos y a ratos (por lo menos en mi caso) no tan tonta como creía. Es algo comprobado que somos seres humanos y como tales cometemos errores, algunos más drásticos que otros, pero en fin, errores, de eso está compuesta la vida, así crecemos, nos volvemos fuertes y aprendemos.

De que duele, Sí, de todas formas duele, porque di todo, lo que tenía y no tenía, atravesé el Atlántico por un amor, que no resultó, pero que sin duda me hizo crecer, porque nunca había hecho una travesía yo sola, tuve los cojones que nunca tuve, saqué fuerzas del amor que le tenía, rompí las barreras de un idioma, me sentí por primera vez liberada, aunque no resultó y ahora no tengo ningún contacto con él, ya no puedo hacer nada y tampoco merezco pasarme la vida esperando, como dije antes, por algo que no sucederá, no puedo vivir como Penélope esperando a que Ulises se le antoje regresar, no puedo y tampoco soy una doncella medieval que espera en el castillo a que el príncipe venga en su corcel a buscarla. Hay un mundo aquí rodeándome (ya no estoy en casa, estoy en un café con internet Wi Fi) y quiero sentirme en un desierto de emociones, para poder dejar entrar otras a mi vida, quiero no sentir amor, ni tristeza por lo que no fue o hubiese sido, sino que quiero vivir en mi presente y recordar el pasado con orgullo y la cabeza alta, quiero vivir mi presente como si fuese lo último que me quedara en la vida.

La vida es muy cojonuda (y eso es un recuerdo grato, la palabra me robó el corazón), pero es cojonuda porque uno mismo se sumerge en los problemas, porque no somos capaces de observar a nuestro alrededor y mirar que hay personas que están mucho peor que nosotros, que hay gente que se muere de hambre y yo aquí muriéndome de amor?

"Ya es tiempo de lamer mis heridas y colgarlas en mi chaqueta como medallas. No más llantos, esta vez lo prometo, porque he aprendido una gran lección en torno al amor, y es que éste es como una plaga, de la cual, aunque se prevenga con el mejor antídoto, no se puede librar en un momento de la vida. Y cuando por fin estamos contagiados de amor, es la enfermedad más deliciosa y dulce de la vida, y la verdad no quiero si me contagio ser curada, quiero enfermarme de amor".

Y si miro al pasado todas las relaciones que he tenido en algún momento, han sido tormentosas cuando acaban, pero sin dudas llenas de amor cuando las viví, esa emoción la guardo como un tesoro en mi caja de Pandora del corazón y dejo ahora mi corazón sin antídoto, quiero que se contagie :)

Gabo: aunque no me leas, porque no tienes conocimiento de este blog, quiero decirte que te amé durante todo el tiempo que tuvimos la ilusión de volvernos a ver y cuando estuvimos finalemente juntos en Londres y Swansea, te amo como nunca amé antes. No te guardo rencor, te deseo lo mejor del mundo mundial, ahora dejo todo el amor que te tengo en la caja de Pandora para no volverlo a sacar más, esta es mi auto-terapia y cierro nuestra historia aquí...

No hay comentarios.: