martes, marzo 30, 2010

"I cut my hair, I cut a stage"

Entre algunos artículos en Inglés que me esfuerzo por traducir primero mentalemente y luego recuerriendo a google translator, un cigarro, un diccionario, mi memoria, mi piel erizada y un pensamiento vago, decidí ayer cortar mi pelo y lo primero que viene a mi mente es esa canción infantil de "31 minutos, me cortaron mal el pelo" y me largo a reír, sin pensar 2 veces voy a la peluquería, obviamente con la peluquera de la familia y contenta me recibe de abrazo y yo extrañada le respondo el saludo y es que había olvidado que no la veía desde el año pasado. Bueno, definitivamente al grano, "quiero eliminar pensamientos que rondan mi cabeza y prefiero perder el pelo antes que la cabeza tanto pensar".
Lo quiero corto, bien loco (como seguramente estoy yo :) )y dorado, como el sol que encandila mis ojos y como el sol que está por salir después de esta tormenta.
Comienza el ritual, hago yo el primero corte profundo y comienza el juego, veo caer desplomados los trozos de cabello al suelo y es como si flotaran en cámara lenta, es como si la tijera fuera el puñal que deliberadamente ataca a su peor enemigo, las víctimas caen inertemente al suelo y ahi yacen.
Yo vuelvo la cara al espejo y no me lo creo, soy otra, no solo física (a la hora después me di cuenta) sino mentalemente, me siento liviana, como quien guarda cosas con la esperanza de volverlas a re-utilizar, entonces siento que quemé una etapa larguísima de mi vida, entre ellos amor-desamor, alegría-tristeza, logros-fracasos, entonces me pregunto:

¿cómo?
¿cómo algo tan común me puede cambiar el chip?
¿cómo me cambió hasta el semblante (de forma positiva)? 

Entonces me respondo, no lo sé, pero me siento feliz con mi cambio, creo que es solo un simbolismo de mi fuerza, más ahora me siento más segura, más fuerte, porque vuelvo a empezar...

Soy una nueva Pilar, escuchando a Caetano Veloso y su inolvidable garota de Ipanema

No hay comentarios.: