lunes, julio 05, 2010

de Ángel y Demonio

Sí, creo en los milagros, solo que no creo en las segundas oportunidades, entonces, es como no creer en los milagros...
Creo ver un angel en mis sueños de Invierno, cuando el frío se cuela por la ventana de mi habitación y acaricia delicadamente mis mejillas, lo veo en sueños, aparece de repente y me confunde a ratos con su resplandor, será cierto o yo lo estoy imaginando?
Tengo un dejo de alegría y miedo a la vez, sensaciones opuestas para tan corto encuentro.
Quiero saber si es real, me acerco pero no le puedo tocar, acaso mi imaginación me traiciona y termina haciendome esta mala jugada?

El mal panorama se va con el viento de Invierno, todo comienza por fin a tomar un curso normal o quizás yo estoy mirando la vida más positivamente?
El corazón se va reparando cuando hablo de mis deseos, alegrías, tristezas, amores y des-amores. Y cuando hablo de amor, se aparece un espejismo, no es el mismo del que siempre hablo, ha aparecido otra persona en mi vida...  Sí otra, pero esta persona la conozco desde hace varios meses, pero justo ahora lo miro con otros ojos y me atrevo a verlo no como un amigo, sino como un hombre, pero lamentablemente así como quiero y me muero por robarle un beso, me freno yo misma y me traiciono diciéndome que no puede ser, justo ahora cuando lo he visto como un hombre el tiene que partir y pienso otra vez:

¿por qué me tienen que gustar los hombres imposibles?
Será que hay una predisposición en mi o yo finalmente tengo gustos extraños?

Entonces ¿decido tocar al ángel y enfrentar mi miedo? o solo que desaparezca así tal cual como se apareció en mi vida?

Tengo la decisión en mis manos, pero no me atrevo a sacar ese espíritu de loquilla que no le teme a nada, ese espíritu que me acompañó hace unos meses atrás, que me llevó a hacer cosas que nunca había pensado sería capaz, y tengo miedo de dejar salir ese espíritu, miedo a un fracaso o mejor dicho a una nueva desilusión, no quiero "sentir"!
Y que paradójica es esta confesión, pues siempre he buscado la "felicidad" o mejor dicho "aquellos instantes" y se con toda propiedad que sería lindo compartir algo con él, pero se va y ese es el punto, no quiero arriesgar lo que ya perdí una vez.
Por un lado el ángel diciendo lo que es correcto hacer para no sufrir nuevamente de un amor en distancia y por el otro lado está el diablo constantemente diciendo    ...¡Vamos arriesga, juega, seduce y juega a ser lujuriosa, nada pierdes!
Que atroz, parece de caricatura con el ángel en mi hombro derecho susurrando y el arcangel del lado izquiero gritando!

Decisión final: lo dejo ir, no lucharé, no lo tocaré...

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