sábado, julio 17, 2010

Fuegos en el corazón

Desde que he encontrado tu alma, el fuego de mi corazón se ha encendido nuevamente...
Los vientos soplan fuerte para apagarlo, antes que se vuelva mortal y no lo pueda controlar, pero ya está encendido y por más la humareda que se produzca no puedo ni deseo apagarlo, pues he recobrado la vida gracias a esa chispita que encendiste con tu mirada, tus gestos, la tibieza de tus manos sobre las mías y el calor de tus labios diciéndome "te quiero".

No quiero apagar esta llama encendida, quiero que se vuelva más fuerte aun, pero todos los elementos están confabulando para que se extinga, los vientos soplan cada vez más huracanados, las lluvia de desconfianza ronda a cada instante por las cercanías de mi corazón y me desafía a mantener la fe en pie, es una situación difícil, pero no imposible para quien quiere de verdad.

Mi corazón está encendido nuevamente y tardó un tiempo en sentirse así, entonces:
¿Por qué apagar ese fuego?
¿Por qué apagar una pasión no consumida?
¿Por qué convertir en cenizas lo que aun no se ha transformado en una llama desmedida?

En este momento recuerdo mi reflejo en tus ojos de color castaño y tu inolvidable sonrisa torcida cuando decía alguna cosa extraña para ti, tus gestos, tu aroma de niño-hombre y digo niño por el alma que tienes, un alma pura, como tu mirada, que tengo certeza que no miente.

"Te extraño al alba, cuando amanezco con el sol en mis ojos y deseo profundamente que tus ojos me vuelvan a encandilar, te extraño en el ocaso cuando el sol se une con el mar y recuerdo nuestra unión en una mirada intensa y tu boca unida a la mía, te extraño en la noche cuando miro a las estrellas esperando que el infinito te traiga a mí más temprano que tarde".

Te extraño profundamente y solo quiero que seas feliz, no importa mis deseos, he aprendido a amar en libertad y si tu eres feliz, créeme que yo también lo seré...

"En los vértices del tiempo, anidan los sentimientos
...Hoy hago pájaros de barro que quieren volar"

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