Hoy después de la tormenta de ayer en la noche, en que todo fue un llanto explosivo, que surgió mirando lo lindo que se veía Iquique (mi ciudad) desde lo alto del cerro Dragón, un llanto extraño de esos que te consumen todas las lágrimas, de esos llantos de niño que te hacen doler el pecho, de esos llantos imparables que tienes cuando pierdes algún ser querido, ayer lloré como hace tiempo no lo hacía, la razón: el "Zahir" (ahora lo denomino así, pues he retomado a Coelho).
Pero hoy ha cambiado ese sentimiento post-pérdida, a un sentimiento la verdad que no tiene nombre, pues después de una larga conversación con Dios ayer por la noche, en donde solo él supo como consolar mi tristeza y volver en paz, hoy se ha manifestado nuevamente, pero comienzo por todo el proceso:
He salido de mi casa a las 9 de la noche, con el objetivo de trotar y descargar mi mala vibra, las penas y el stress que tengo por no estar trabajando y he comenzado a bajar caminando escuchando a Paolo Nutini y sus "White Lies", entonces veo el mar y poco a poco comienzo a trotar, no me he dado cuenta cuando ya estoy trotando frente a la playa escuchando a Joe Satriani y "Revelation" voy muy compenetrada con la maravillosa música y mirando a ratos el mar, otra vez me siento abstraída y me doy cuenta que ya pasé el límite que me había auto-impuesto, así que es hora de parar y hacer mis flexiones, elongar, trabajo abdominal (pues las cervezas, cenas y comidas a des-tiempo en Swansea me pasaron la cuenta y para qué mencionar los días en Sao Paulo, cuando estuve una semana sedentariamente comiendo todos los postres dulces que se me antojaban para calmar la ansiedad de la espera), entonces miro el mar y he recordado mirando a una mujer adulta (unos 50 años), de contextura gruesa, pelo corto y de pantuflas (como si recien saliera de la cama) haciendo una especie de "yoga", que yo practicaba antes de irme todos los Martes y Jueves, y me digo a mi misma, ¡pero que despistada y olvidadiza eres! y apago el celular y entre eso apago mi vista y enciendo mis sentidos. Siento el sonido de las olas al reventar y al llegar a la orilla, siento el aroma de MI MAR, siento el sonido que emiten las gaviotas, siento la brisa tocando mis mejillas, mis ojos, la arena que trae esa brisa rozando mis manos y cabello, ha sido una experiencia hermosa, entre eso hago un árbol, o la posición del bebé, llega un momento en que me he quedado sentada contemplando el mar y lo maravillosa que se ve la noche, me recuesto en la arena y miro las estrellas, parecen tan cercanas y a la vez infinitas en su brillo, en eso enciendo mi celular y la primera melodía que se escucha es "Todavía" de Niña Pastori, y en un segundo me embarga una sensación más triste que la del día anterior, he recordado al "Zahir" nuevamente y mis lágrimas vuelven a brotar espontáneamente como río, entonces sigo deleitándome con una estrella fugaz y decido hacer un forado (entre una sonrisa en mi rostro lo digo) es verdad, he cavado tanto y de pronto entre tanto cavar he visto que caigo yo y si caigo yo, caes tú, entre lágrimas y esta sensación de pecho oprimido descargo en ese orificio, mis sentimientos más profundos, dejo que mis lágrimas las absorba la arena, y en un pensamiento casi fugaz como la estrella que visualicé, me digo, estas son las últimas lágrimas que brotan por ti, y como Paulo Coelho dice, "cuando alguien parte, es porque va alguien va a llegar, encontraré otra vez el amor", entonces, deposito ahí mis más tristes recuerdos contigo, separo los buenos momentos y de manera simbólica, estoy cerca de la orilla y mis lágrimas ya se las ha tragado la arena para que más tarde se camuflen con el mar cuando suba la marea...
Comienzo a dejar caer arena nuevamente al forado, para taparlo y cuando ya he terminado, me siento un poco mejor, retomo mi vista al cielo, he visto un lucero precioso y recuerdo a mi abuela y yo cuando tenía 4 años y estando en un funeral en Coscaya (un pueblo del interior de Iquique) miramos el cielo y le pregunté porqué brillaba tanto una estrella, pues parecía la más grande y esplendorosa que había visto en mis cortos años y recuerdo su rostro y hasta su aroma cuando me respondió con una sonrisa: "cuando mires las estrellas y veas a una muy brillante recuerda que son nuestros parientes, hoy tu tío abuelo es ese lucero". Entonces regreso a la realidad y quizás esa estrella que ahora observo sea mi tío, que falleció cuando estaba viajando y el cual está enterrado ahora en Coscaya... y me digo ¿y si fuese verdad? ¿y si todas estas estrellas fueran las almas de las personas que no están en la tierra físicamente? uuffffff! creo que me fui en un pensamiento demasiado profundo, entonces comienzo a levantarme y comienzo a caminar a mi casa, y cuando voy subiendo esa tremenda avenida (que a ratos se me hace eterna) veo la Luna que está llena y pareciese que si subo la duna puedo tocarla, se ve tan cercana y tan brillante y en un segundo que no me di cuenta cuando fue, paré de caminar y conmovida me sentí bendecida del momento que estaba viviendo, mirando la luna llena, sintiendo aun el aroma del mar, la brisa acariciando mi rostro, escuchando a James Blunt y su "You´re Beautiful" que me trae un lindo recuerdo de alguien que me amó mucho tiempo y que para qué ocultarlo, yo amé hasta hace meses atrás, de pronto miro los árboles y veo a un pájaro entre sus ramas, y al mirar la hierba del suelo veo que entre ellas hay mariposas nocturnas, el tiempo se ha detenido y me encuentro tan maravillada, es obra divina, y el dolor ha desaparecido, me siento feliz de la bendición de vida que tengo, de los pasos que he dado y automáticamente viene a mi mente otra frase fresca de Coelho "no me arrepiento de los momentos que sufrí, llevo mis cicatrices como si fueran medallas", doy un suspiro interminable y el tiempo recobra vida, no se cuántos segundos o minutos estuve contemplando ese espectáculo para mis sentidos, si hasta los perros que después se acercaron a sus rejas a ladrarme cuando pasé no me irritaron, solo caminé feliz por las calles, y llegué a mi casa, tomé un baño y ahora estoy aquí, con mi perro durmiendo a mis pies, mi fiel amigo Coelho acompañándome en la cabecera de la almohada, mi hadita (una muñequita linda) sobre mi respaldo y yo escuchando la maravilla de "American Beauty Rose" de Frank Sinatra.
Y a dormir se ha dicho!
Até Amanha!
Ce Finit!
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