miércoles, abril 28, 2010

Caminar sin mirar atrás

Hace un par de días en una conversación con Cristian surge una dialogo extraño, él me ve y me dice:
"¿cómo estás?" 
a lo que yo le respondo muy efusivamente, le doy un abrazo interminable, pues no le veía hace mucho:
"¡muy bien!"
y él en foma inmediata:
"¿a qué se debe tanta felicidad?¿estás enamorada?
yo: "¡Sí, lo estoy!"
él: "sí, se nota, veo que has encontrado un nuevo amor que te alegra la vida y el corazón"
a lo que yo extrañada  respondo y a la vez me pregunto...
 "No"
"¿acaso tengo que tener un nuevo amor para estar feliz?"

Cristian:
A veces uno aprende a ser feliz con pequeñas cosas, ahora no tengo a nadie que físicamente me haga sentir feliz ni tampoco enamorada, estoy tratando de sacar lo mejor de todo lo que me ha acontecido estos últimos meses y con eso me estoy "creando" mi propia felicidad. La verdad es difícil reconocerse enamorada pero en des-amor a la vez y estar feliz para contarlo, más bien estoy realizando un gran esfuerzo para olvidar a quien me tiene en este limbo emocional, pero debo aceptar que a veces regresa a mi esa secreta esperanza (vana por lo demás) de que vuelva a mi, o que simplemente se aparezca en mi puerta solo para darme un abrazo y marchar.

En mi vive esa desierta esperanza, más tengo claro y los pies bien puestos en la tierra para darme cuenta que eso no ocurrirá y que debo de una vez por todas sacarme ese pensamiento inútil de la cabeza, del corazón y a veces creo que del alma.

Ayer soñé con él nuevamente, y digo nuevamente porque es como si siempre lo soñara, hasta despierta, pero la verdad es que no lo veía en sueños desde hace mucho tiempo (cuando conté que ya no sentía ese dolor al recordarlo). Le soñé en Pica, en una plaza que recorrimos juntos y de la mano; pero esta vez lo veía de lejos, algo buscaba él y yo me quedé observándolo (más bien digo contemplándolo) desde unos arbustos, pero ya sin tener ese reflejo casi innato de abrazarlo, ya no corrí, ni me esforcé por que él me viese en su camino, más seguí el mío por un camino que jamás había visto, sin mirar atrás pues su recuerdo, su figura, su rostro y todo lo que está en él físicamente está grabado en mi mente a cal y canto.

Cristian se ha quedado impactado y me dice: 
"pensé que era eso, pues estabas muy triste algunas semanas atrás y creí que un nuevo amor había aplacado el que tenías antes por ... , y creo que me das una respuesta de cantante o alguien famoso, eso de estar feliz contigo misma, como que no entra en mi cabeza"

Mientras que mi cabeza trata de "acomodar" pensamientos, guardar algunos sentimientos en hemisferios donde va nuestra papelera de reciclaje, para luego vaciar todo el contenido y suprimir definitivamente. Mi mente se va liberando de a poco y entre unos cigarros, pensamientos vagos, películas, mi inovidable y grato amigo Coelho voy arreglando mi pequeño mundo y aprendiendo de las cosas que me depara la vida, levantándome cuando caigo, no llorar y ser fuerte, tener a ratos "cojones" para aprender de situaciones dolorosas en la vida y para seguir mi camino sin mirar atrás ni arrepentirme de lo que no fue, porque si el destino lo deparó para mí así, es porque tenía que darse de esa forma...

No hay comentarios.: