con 26

He hecho la noche anterior a cumplir mis 26, un recuento de las maravillosas experiencias que he vivido el año 2009-2010 y también experiencias non gratas. ¡Sorpresa! han ganado lejos las buenas y mi visión ha cambiado, creo que esta vez definitivamente y radicalmente, no se que ha pasado, pero ya no siento ese peso en el corazón, me he liberado y "lo he liberado".

Definitivamente creo que el fantasma siempre se aparecerá cada vez que cumpla un año nuevo de vida, por la exclusiva razón de que entró a mi vida un 26 de Agosto, mi cumpleaños Nº 25. Un día como ese pude reconocerlo, sentirlo, conocer su aroma, acento y toda la personalidad envolvente que tenía. De eso ya me he desprendido y comienzo mi vida en 0, pero esta vez lo digo definitivamente, pues los rencores y "obsesión" que se transformó durante meses, y digo "obsesión" porque eso fue cuando se produjo el quiebre. El tiempo ha pasado y corrido raudo y el sentimiento de "tristeza" se ha ido desvaneciendo poco a poco, pues ha quedado el amor intacto, pero esta vez dormido y claro he tenido momentos de altos y bajos emocionales, pero la herida esta sana y ya comienzo a tomar nuevos desafíos, a creer que en realidad no hay imposibles y si antes me fije metas altas, la que me fijo ahora es un poco más elevada, pero sin afán de ser ambiciosa, quiero ser una soñadora y dentro de "soñar", está el probar, sacar ese lado aventurero que todos tenemos en algún lado escondido. Y dentro de la aventura en sí, está el tópico que pocos se atreven a explorar y ese es "correr riesgos" y a esta altura de mi vida, quiero correrlos, pero correrlos no por "alguien en especial", sino por mi misma, como un desafío personal, como cumplir mi leyenda personal, porque de algo estoy segura, ya no caigo en cuentos chinos, ni soy la niñita ilusa que cree todo lo que le dicen, pues quien me quiera realmente moverá cielo mar y tierra, viajará 30 horas o más por verme, hará lo humanamente posible por estar conmigo, ya no me esforzaré en vano, solo me dedicaré a disfrutar mi soledad, que por ahora se ha convertido en mi mejor compañera, me ha hecho reflexionar sobre mi vida, sobre lo que quiero para ella y lo que quiero evitar. 

El panorama se aclara de a poco, quiero comenzar desde otro punto y para eso necesitaba paciencia y valor para enfrentarme a mis temores, fracasos y caídas, para poder mirar desde otros ojos mis errores y así obtener los buenos frutos de mi siembra.

La fe mueve montañas y creo que esta vez no las quiero mover, sino que moverme yo esta vez hacia ellas pero con toda la fe del mundo...