viernes, febrero 04, 2011

secuencia 3

He decidido no enviar todos los escritos que tengo, solo los que fueron significativos para mi, y me has dicho que los compile, si es que ya no lo estoy haciendo ... y hacer una especie de libro y yo me he quedado pensando: "Si supieras todo lo que hay en este blog referido a ti, creo que haría una oda a Gabriel Fraga", me sonrío para mi misma y gracias a esto voy cerrando completamente tu ciclo, y me voy dando una nueva oportunidad para amar, a alguien que se encuentra físicamente conmigo y que me demuestra que el amor existe.
Me gustaría creer completamente en él, pero es algo que aun no logro, pues me han dejado heridas irreparables en el corazón, entonces voy como niña desconfiada dando cada vez que le veo un poco de mi cariño, quizás algún día logre ganar completamente mi corazón.


Nuevamente te escribo, y es extraño, porque el viaje ha tomado rumbos rarísimos, pues en cada lugar que hacemos una parada hay algo que me hace recordarte, también se que para ti esto ya no viene al caso, pero son una secuencia de coincidencias que precisamente quería evitar, esa fue una gran razón por la cual cambié el destino de mis vacaciones, y aún así, sigues apareciéndote cual fantasma u espejismo en el desierto.
Hablando de coincidencias, la primera fue en Cochabamba (Bolivia), donde mi amiga eligió un lugar donde comer que precisamente se llamaba "Gabo", al principio no le di importancia, hasta me dio un poco de risa rebuscar razones, pero lo tomé con humor y no dije nada, pues hasta ese entonces Natalia no conocía a grandes rasgos nuestra historia. Seguimos adelante con el viaje y se produjeron nuevas situaciones, que no vienen al caso mencionar, pero la que me marcó ocurrió en un día caluroso de Ipanema, donde caminando me encontré con tu gemelo idéntico, quizás parezca sacada de un film cómico, pero siempre he escuchado que cada persona tiene su gemelo idéntico en alguna parte del mundo y precisamente me parecía una ironía del destino que de todos los países que existen justo en Brasil fuera a encontrar al tuyo, caminaba de la misma forma, tenía un corte parecido al que llevabas cuando te conocí, él cargaba una mochila en la espalda que tomaba desde un costado, tu misma tonalidad de piel (lo que parecía más raro aun, pues en este país lo que menos hay es gente tan blanca debido a la estación, a menos que sean extranjeros venidos desde el viejo mundo), las orejas sutiles como las tuyas y la misma barba desgreñada que me gustaba de ti. Entonces me quedé pasmada con esa "visión" y caminé detrás de él, cual sediento que va tras el oasis que ve en el desierto, y así perdí la noción de las cuadras que caminé bajo los tormentosos 38 grados veraniegos del carioca país, hasta olvidé a mi amiga que venía detrás mío y que no dominaba a ratos el portugués, pues no entendía ni una sola palabra y tampoco lograba comunicarse con los demás, pues fui una malísima amiga dejándola sola en un país donde yo funcionaba de intérprete y traductora.
Luego él entró a una galería y yo seguí mi camino, pero casi innatamente miré hacia atrás, y allí venía el con sus gafas aviador, como las que vi una vez en alguna fotografía tuya, donde vienes manejando y con una camisa color vainilla de piqué (si es que mi memoria no me falla). En ese momento fue como volverte a ver, y creo que él se dio cuenta (y es que a veces soy muy obvia con mi rostro), entonces me respondió con una sonrisa en su cara y bajó sus gafas para preguntarme la hora en portugués y grande fue mi sorpresa al ver sus intensos ojos turquesa, y creo que nunca olvidaré esa mirada, porque nunca había visto una mirada tan intensa como la de él.
Volviéndome a mi misma recordé a mi amiga y partí en camino a buscarla, y cuando le conté lo que me había pasado no lograba comprender la locura que pasaba por mi cabeza al dejarla en ese momento, pero cuando expliqué todo, por fin pudo entender el por qué de mi reacción.
Al final, todos son una lista de coincidencias que llegan a ser tragicómicas, las cuales me llevan siempre a ti, a tu recuerdo y a desistir de todo esto, porque gracias a escritura voy dejando gran parte de mis sentimientos en estas hojas y por fin redescubriéndome a mi misma, resignificando la experiencia y encontrando un sentido para todo.

Te sigo queriendo
Pily

Escrito en Enero 25, 2011 

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