sábado, noviembre 27, 2010

la Cabrona

Bastó solo una mentira para hacer trizas mi corazón, y en ese preciso instante, cuando me hicieron literalmente "mierda" el corazón, conocí el miedo y la desconfianza en el hombre y el miedo se sembró en el corazón.
Miedo a volver a amar, miedo a entregar y perder, y me convertí en una cabrona que desde ese día, pues cada vez que se acerca alguien lo termina hiriendo como lo hicieron conmigo   ...termino haciendo un mal a una persona que probablemente me ama más que la mismísima Pilar...
Sí, lo se, soy una insegura crónica y lo admito, tengo miedo a amar a alguien, de que amen, de que me tomen la mano y que me den un beso en frente de otras personas...

¿por qué?

Porque no quiero que me señalen nuevamente con el dedo, diciendo: "pobrecita, ella dio todo y la volvieron a defraudar"

¿Quién sale perdiendo ahora?

Quien realmente me quiere.

Lo peor es que no se como luchar con este sentimiento cabrón que tengo en el pecho, tengo una suerte de rebeldía, de negación a este nuevo estado(amor).
Soy incapaz de generar amor por el prójimo y cuando digo prójimo me refiero a una pareja en especial y lo peor es que si regresara el hombre que me maltrató el corazón, ese Arcángel seguramente caería desplomada a sus pies y me volvería a hacer mierda el corazón y yo quizás volvería a creerle todo, lo cual es una mismísima locura.
Por qué siempre me enamoro de la gente inadecuada, por qué no puedo enamorarme de alguien bueno, siempre el que me hace sufrir me hace delirar y el que me trata con sutileza y amor se gana mi mal humor y saca lo peor de mi. Sí, soy una masoquista que le gusta lo difícil, los riesgos, los desafíos, lo fácil no es atractivo y me hace alejarme.
Creo que me he acostumbrado a mi soledad, a mis espacios a solas y se que no debo vivir de los recuerdos, pero soy humano y es prácticamente imposible caminar por estas calles sin recordarlo, un paseo por la plaza, un café en un bar, una bocanada de brisa a orillas de la playa, todo me recuerda a él, hablar con el en la oscuridad sin que el se de cuenta que hay alguien que aun lo piensa, mirarlo en las noches cuando duerme, mientras el seguramente ya está en pie. Y así el mundo que creo minúsculo se vuelve gigante, porque si hubiese estado mas cerca de él, seguramente estaría en el piso como una gusana arrastrada.

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